En este post, dejando totalmente apartadas las emociones, os voy a contar mi experiencia en el cuidado y tratamiento de mis cicatrices, por si a alguien le puede servir mi experiencia y necesita alguna orientación de diferentes productos que se pueden usar.
Tras la primera intervención, la más habitual, se me quedó una cicatriz muy fina y disimulada que actualmente ni se me nota. Es la de más arriba.
La de la segunda (la ya famosa J) se me notaba muchísimo más porque era con grapas.
Estas fotos son de antes de entrar en el quirófano por tercera vez. Se pueden ver la de más arriba (la primera) y la J de Joder que llega hasta la oreja desaparecida. Abajo hay una pequeñita que tengo desde los 8 años de un quiste de grasa que me extirparon. El cirujano se lució en aquel entonces.
Parches de silicona
Desde que se me cayeron los puntos de aproximación me pusieron en el hospital un parche de silicona. Ellos usaron los de la marca Mepiform y me dieron un par para que me los fuera poniendo. Una de las cosas que me gustaba de los parches es que te la protegía de los roces de la ropa y demás y eso es muy positivo porque la zona se queda muy sensible. También son muy útiles para esa zona del cuello porque apenas se mueve por lo que tarda más en despegarse. Cuando traté de usarlas en la segunda cirugía se me despegaba constantemente porque estaba en el cuello y se movía mucho más.
También te protegen del sol, uno de los mayores enemigos de las cicatrices. Todo el mundo, desde que comencé, me ha insistido en la importancia de llevar siempre las cicatrices cubiertas y de que no me dé nada el sol.
Los venden en farmacias y online.

Los parches se van despegando y cayendo y tienes que ir cambiándotelos. Y son bastante caros. No recuerdo muy bien por qué pero no tuve mucha paciencia con el tema así que en seguida me pasé a las cremas.
Cremas
Casualmente a la misma vez que a mí, operaron de tiroides a una gran amiga de mi padre en Nueva York. Allí le recomendaron unas cremas que para ella habían sido maravillosas y me las recomendó encarecidamente. A través de la esposa de mi padre (mujer de contactos) conseguimos que me las trajeran desde allí, ya que en España no las encontrábamos.
La marca Mederma tiene una gama solo de cicatrices. Yo las he usado todas (o casi) y me encantan.
Este es el gel. Todas las noches me aplicaba una cantidad generosa de gel y lo dejaba actuar. Es muy denso por lo que durante el día no me lo podía poner porque me manchaba la ropa.

Este es un aceite específico para las cicatrices y que también se puede usar en estrías. Me habría encantado tenerlo durante mi embarazo. Es un aceite que se absorbe bastante rápido (para ser un aceite) y que uso bastante poco, la verdad. Lo comencé a utilizar al pasar un año de la primera cicatriz, ya que hasta el momento preferí usar el gel y la específica de noche. Como me volvieron a operar volví al gel pero mi idea es volver a usarlo más adelante.

Esta crema intensiva de noche la he ido alternando con el gel. Para mi es más cómoda porque no mancha tanto y se absorbe antes. A pesar de que no tarda en absorberse, a la mañana siguiente notas la piel muy muy hidratada, como si crease una película sobre la cicatriz.

Como he dicho anteriormente, proteger a las cicatrices del sol es fundamental. Todas las mañanas, antes de maquillarme o echarme ningún otro producto, me echo crema solar. Antes de tener este de Mederma usaba otro cualquiera con un factor de protección alto, pero más adelante me llegó este y como además de la protección dice tener un factor cicatrizante extra, pues me convenció.
Aún así, a mí, factor protector de 30 me parece un poco justo para mi piel (la tengo muy clara), así que la uso cuando la voy a llevar tapada o hace poquito sol. En verano uso la misma que uso para la cara de factor 50.
Os prometo que Mederma no me paga para vender sus productos (oye, que no estaría mal), pero os aseguro que a mí me han funcionado y que tras dos años y medio todavía las sigo usando y voy a seguir haciéndolo.
Por último, el clásico Bio Oil. Lo usé durante mi embarazo y puedo decir que no tengo ni una estría. También lo he usado tanto en la cicatriz como en la piel de alrededor después de las intervenciones porque los apósitos (tanto los que sirven para tapar la cicatriz como los de los electrodos, pinchazos, vías y demás). El que yo uso es uno específico para cicatrices:

Al margen de las cremas, aceites, parches y demás, os recomiendo el uso del mejor complemento que cualquiera operada de tiroides puede tener: el pañuelo. Y la sonrisa, esa que no falte nunca.