Bienvenid@s

Después de convivir dos años con el cáncer, de vivirlo, sentirlo, padecerlo, luchar contra él, ignorarlo, rechazarlo, y un sinfín de cosas más, he decidido abrazarlo.

Mi primer contacto con esta enfermedad fue con 16 años, cuando me enteré de que mi madre tenía cáncer. No me dijeron el tipo. No me explicaron su tratamiento. Solo tras mucho preguntar, leer informes incomprensibles a hurtadillas y poner la oreja tras la puerta intentando pillar algo de las conversaciones de mis padres, un día mi madre me dijo, sin mirarme a los ojos y paseando por la Gran Vía, que lo que tenía era cáncer.

Ella y mi padre se mudaron a vivir cerca de lo que ellos consideraban que era uno de los mejores hospitales para tratar su enfermedad. Después de intervenciones, radioterapia, radioyodo, etc., mi madre perdió la vida un año más tarde en una mesa de quirófano una mañana de agosto tras 10 años de lucha.

¿Murió a consecuencia del cáncer? ¿Fue el tratamiento? ¿Una mala decisión? ¿Un cúmulo de “catastróficas desdichas”? Yo he elegido esta última opción, porque pienso que en la vida nada sucede por una única razón.

Ahí quedó apartado y enterrado el cáncer. Mi hermana #2, una enfermera increíble y una hermana y amiga de matrícula de honor (una de las protagonistas de esta historia) insistía en que me revisara todos los años por si acaso. “No cuesta nada, es una analítica. Tienes antecedentes, hazlo”.

*Aclaración: mi hermana no los tiene porque compartimos padre, no madre.

Pues yo todos los años me hacía mi analítica, con temor por un lado pero con tranquilidad porque pensaba…: “¿yo? ¿Con lo sana y lozana que estoy? Imposible.”

Y nada es imposible.

A la edad de 30 años, la semana en la que di a luz a mis mellizos, me encuentro un bulto en el cuello. “¿Esto qué es? ¿Cuánto tiempo lleva aquí? ¿De dónde ha salido esta cosa?”

En fin, ahí me tenéis, enfrentándome al cáncer de tiroides tras haber dado a luz por primera vez, y a mellizos.

La historia completa la contaré en otro momento. Al fin y al cabo, esto es solo una presentación y una introducción para entender parte del camino que me ha llevado aquí y que me ha hecho sentarme frente al ordenador.

Me llamo Laura y tengo cáncer de tiroides.

Bienvenidas a mi blog. Esto es para nosotras.

12 comentarios en «Bienvenid@s»

  1. Ufff Laura corazón… qué valiente eres!
    Siempre hacia delante, con ganas, con fuerza…
    Toca luchar!!
    Estaré a tu lado… siempre.
    Te quiero mucho mi pequeña 😘

    Responder
  2. Te reconozco por dar este paso y a la vez te agradezco por compartir tu historia la cual, por primera vez puedo saberla directamente desde tu perspectiva. Siempre te he considerado una mujer valiente y por la cual siento mucha admiración.
    Desde ya lista para emprender esta travesía contigo.

    Responder
  3. Que le pongas voz al recuerdo, al runrún interno y al tabú que por desgracia aún hay en este tipo de cosas es maravilloso….

    Por ti, por tu encantadora y añorada madre, por otras, enhorabuena cariño.

    Te quiero

    Responder
  4. Hola Laura, te conozco a través de tu suegra y quiero que sepas que me pareces una persona increíble.
    Ánimo campeona!!! 😘

    Responder
  5. Laurita, he tenido el honor de conocerte, a ti y a tu familia. Lo estáis llevando muy bien, no se puede llevar mejor. Y el final de esta gran historia será la curación.
    Rezaré por ti todos los días.

    Responder
  6. Missis Laura…
    Ya sólo el Titulo y la imagen de Batt me bastarían para saber que el contenido atrae como un imán.
    Clara y concisa es tu literatura, pero llegas al corazón con tanta fuerza que casi me explota.

    Responder
  7. Me pareces muy valiente, te conozco a través de tu hermana, ahora al leerte, siento aún más admiración hacia ti.
    Mucha fuerza guapa!!!

    Responder

Deja un comentario